MÚSICOS SENSIBLES COMO COLUMNAS PODEROSAS

MÚSICOS SENSIBLES COMO COLUMNAS PODEROSAS
Rubén Parra López
Tema:8

Introducción:
Los músicos de Dios necesitamos tener un estado permanente de oración y entrega al Señor, todo por el simple hecho de que tenemos un estado permanente de sensibilidad, aunque a veces esta no siempre este con sensibilidad cristiana, sino mas bien en muchas ocasiones dominada por la carne. Es por eso que los músicos de Dios necesitamos ser doblegados, quebrantados y purificados en la presencia de Dios constantemente para que no seamos dominados y vencidos por los deseos propios de la carne.

Nuestra condición,  - debemos saberlo – por naturaleza está dotada de una extraordinaria sensibilidad, podemos reír, llorar, saltar, callar con gran facilidad, expresamos nuestros sentimientos en la música, el canto, pintura, danza, teatro, escultura, poesía etc.; pero también caemos con facilidad en la frustración, enojo, celo, envidia, vanagloria, pesimismo y demás.

En muchas ocasiones estamos expuestos a estas situaciones de pecado, digo pecado porque todo lo que no proviene de Dios es pecado, (HACER REFERENCIA) muchas veces vemos como músicos de Dios con gran talento musical o cualquier habilidad para el arte es protagonista de grandes situaciones penosas que al final de ellas es lamentable ver como suceden esas cosas, para ser honestos a la verdad los artistas de Dios así somos, más esto debe acabar, como dice el Señor, “entre ustedes no será así” (HACER REFERENCIA) esa sensibilidad necesita ser llevada a los pies de Jesús sacramentado para que el Señor con el poder de su Espíritu Santo nos purifique y limpie de raíz todo pecado….

Testimonio
Recuerdo cuando fui invitado y llamado por el Señor al ministerio, tenía apenas 17 años, imagínate un joven , con toda la vida por delante, apenas socializaba con otras personas que no fueran las de mi escuela, esa relación fue extraordinaria y bien enriquecida en el Señor, había entre mis hermanos y hermanas distintos caracteres que los distinguían uno a uno de miles, extraordinarias personas cada una de ellas, algunas aun le sirven al Señor de una a otra manera, recuerdo bien que con lo que batallaba mucho era con mis sentimientos, déjame contarte porque.

A los 17 años ya había obtenido muchísimos logros en el ámbito deportivo, a mi me apasionaba el beisbol, el beisbol tenía toda mi atención, claro está, antes de conocer a mi Señor, entre mis logros personales, estaba la de ser parte de la selección de mi localidad la cual participábamos en torneos a nivel nacional, también en una ocasión pertenecí a una preselección nacional, que lamentablemente no pude estar en la selección final, debo decirlo no por meritos propios sino que al quedar en quinto lugar del torneo nacional no fui tomado en cuenta al final del campeonato que a la postre se iba a inaugurar el estadio de Monterrey en donde juegan los Sultanes de Monterrey en la liga mexicana de beisbol, entre esos jugadores estuvieron Karim García, Erubiel Durazo y muchos más que brillaron en el mejor beisbol del mundo, las grandes ligas. En verdad que a esa edad ya tenía muchos logros que sobresalía de muchos a nivel nacional y ese fue uno de los grandes problemas que me enfrente al estar en la senda del Señor, si, porque al estar en la comunidad de Lourdes en Torreón, quería que me trataran igual que en el ámbito deportivo, pero o sorpresa, Rubén Parra era uno más e igual que todos, el hecho de que no me tomaran en cuenta para algún evento o retiro, eso me frustraba, me enojaba y pues que puede hacer un joven de esa edad más que mostrar sus sentimientos algunas veces nada cristiano.

En una ocasión cuando se organizó en un café carismático, decidieron estar solo los que “cantaban bien” y los que “tocaban bien”, y para ser honestos yo no encajaba ni en unos ni en otros, ya que berrear y gritar solo sabía y tocar pues nomás la puerta de mi casa a  las 12 de la noche después de quedarme un rato más con mis hermanos de comunidad. A mí me dejaron estar bajo supervisión, ya que era muy aventado para las cosas de Dios, atrás, para mostrarles la mímica a los que “cantaban bien” y “tocaban bien” para que no se les fuera a pasar nada. Lo lamentable vino después de ese famoso café carismático, debo admitirlo que cuando jugaba beisbol, muy rara vez estaba en la banca, en verdad era muy poco probable que estuviera en la banca, estaba acostumbrado a estar de titular, ser protagonista y demás, pero en las cosas de Dios eran muy distintas, después de ese evento mi estancia casi perpetua fue la “banca”, te imaginas como me sentí, pasaron millones de sentimientos por mi ser, no sabía cómo asimilarlo, como enfrentarlo, pero era hasta un tanto cuanto lógico, no sabía “cantar” no “tocar”,  de ahí surgió una frustración, y decía, Señor porque pasa esto si yo deje todo por ti, y ahora tu me dejas a mí en la banca, que alguien haga algo, gritaba por mis adentros, que alguien les diga quién soy yo, pero solo el eco de mis palabras retumbaban dentro de mí, en ese entonces antes de ese famosísimo café carismático, vinieron otros eventos, retiros, concursos, que pues estar en la banca no fui requerido, eso me alejo un poco debo admitirlo, mi relación con Dios menguó considerablemente, me refugie en lo sabía hacer muy bien el beisbol, me entregue mas al beisbol que a las cosas de Dios , en ese entonces tres equipos de la liga mexicana deseaban contratarme para su equipo profesional, guau, el sueño de mi vida casi cristalizado, uno de esos equipos, los Acereros de Monclova ya me tenían en la mira, de hecho era el equipo que más me atraía ya que iba a ser el titular para jugar la segunda base en el equipo grande, todo cambio en mi vida después de esa noticia, el día que vinieron a firmarme era miércoles, y los miércoles teníamos nuestra asamblea de oración en la comunidad, ese día me hablaron por teléfono a la casa, aún no existían los celulares, por suerte que conteste yo y eran los de Monclova y me dijeron que venían a firmarme y que me esperaban en la unidad deportiva para realizar el contrato, en mi corazón sentí el gozo de ser tomado en cuenta para algo grande, más Dios me regalo también el deseo de servirle a él, ese día marco mi vida, la decisión que tome fue irme a la asamblea y cargar las bocinas, conectar el equipo para cuando llegaran los hermanos estuviera todo listo, a mi me daban un micrófono con una rayita de volumen para gloria de Dios, deje el beisbol por Dios, no asistí a firmar el contrato, decidí seguir al Señor aún cuando no tenía nada, absolutamente nada que se le pareciera a un don musical, pero Dios ya lo había depositado en mi corazón desde mucho antes de nacer, de ahí surgió algo inesperado, aquellos hermanos que tocaban y cantaban bien, debo admitirlo lo hacían muy bien, dejaron el ministerio y nos dejaron. Nos quedamos unos cuantos, un pequeño rebaño sin talento, excepto Lina y Sary mi esposa que en ese entonces era mi novia, pero solo cantaban, Lina tocaba la guitarra y un poco el teclado ya que en su casa tenía un piano y ahí aprendió algunas notas, y ahí estaba yo, que lo único que podía hacer es conectar el equipo y eso si muchas ganas de servirle a aquel que me invitó y me llamo por mi nombre.  No entendía dentro de mí que pasaba pero había un deseo y un entusiasmo de aprender música, a cantar a tocar para Dios, mi maestras en la guitarra Lina y Sary, lo mismo que en el canto, poco a poco Dios fue poniendo en su lugar las cosas y me mostró el porqué no quería que jugará beisbol profesional, Dios quería que le sirviera a Él y él jamás me dejaría.

Luche con muchas cosas, complejos y demás, en ocasiones desistía ya que al principio no se me facilitaba la música y pensaba, me equivoque, el enemigo quería derribarme en el camino haciéndome sentir inferior, no me daba cuenta que mi corazón sensible para Dios me ayudaría a ser sensible para la música, es ahí en donde aprendía que mi corazón de músico Dios lo había entretejido desde antes de nacer, esa sensibilidad me ayudo a abrir mi corazón, entregar mis manos y todo mi ser a Dios para que él lo usara como él quisiera.

Conclusión:
Muchas veces nosotros los músicos nos llevamos por nuestra sensibilidad y eso nos hace componer música, cantos, expresar maravillosamente una alabanza a Dios, pero muchas veces nos vamos por el lado equivocado, y es ahí en donde Satanás no quiere destruir para no usar nuestra sensibilidad para Dios sino para derrocarnos, el esta como león rugiente (HACER REFERENCIA) y quiere devorarnos, el sabe de que “pata cojeamos”, de ahí se vale, al músico lo tiene bien medido por su sensibilidad, sabe en donde nos duele, el sabe que es lo que no gusta, lo que nos disgusta, lo que quisiéramos hacer, con lo que batallamos, y se vale de eso para mentirnos ya que él es el padre de la mentira. Es necesario que llevemos todo pensamiento a los pies del Señor (HACER REFERENCIA) que entreguemos nuestros sentimientos a los pies del Santísimo Sacramento del Altar para que Dios nos fortalezca y nos libere de las acechanzas del enemigo. (HACER REFERENCIA)

Pidamos a Dios que nos enseñe a conocernos para que no cometamos errores en nuestro caminar, que aprendamos de nuestros sentimientos y así seamos más puros ante Dios, que aprendamos a lidiar con esa sensibilidad y que en vez de ser una “debilidad” sea una fortaleza para la comunidad y nuestra vida.

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