RENOVANDO Y REAFIRMANDO NUESTRO LLAMADO
Que los MCM y los MAA demos un
paso en fe para dejarnos renovar y reafirmar por Dios para ser odres nuevos en
el llamado que él nos ha hecho y nos ha confiado.
"Os
daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros. Quitaré de
vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne"
(Ezequiel
36:26).
Renovar: Restaurar,
remozar, modernizar, cambiar una cosa vieja o sin validez por otra nueva, hacer
que algo recupere la fuerza o la energía, reanudar
Reafirmar: Poner firme, dar firmeza,
asegurar o dar por cierta alguna cosa, asegurarse en algo para estar firme.
Llamado: Ministerio
el cual Dios nos ha confiado.
Introducción:
En estos tiempos Dios está
buscando corazón de hombres y mujeres que deseen ser transformados en odres
nuevos, en vasijas nuevas, para así poder ser un buen depósito de la gracia de
Dios.
Necesitamos tener un corazón
dócil y dispuesto para poder recibir cuanto más quiera Dios confiarnos, es decir,
dejarnos moldear para que él realice su obra de salvación a través de nosotros.
RENOVAR EL
LLAMADO
Lo primero que necesitamos
para ser renovados es tener en cuenta lo siguiente:
Ø Tener decisión firme para querer cambiar
v Recordando
que Dios no obliga a nada,
v El
espera la decisión y obediencia de tu parte.
v El
que no quiere ser restaurado no lo será.
v "Al de firme propósito guardarás en perfecta paz; porque
en ti confía" (Isaías 26:3).
v "Firme está mi corazón, oh Dios, mi corazón está firme,
¡cantaré y entonaré salmos!" (Salmo
57:7).
Ø Confianza en que Dios nos transformará
v Todo
esfuerzo que hagamos por ser transformado nos ayudará, más recordemos que Él es
el que anhela restaurarnos aún más de lo que nosotros nos esforcemos
v “Más cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador y
su amor a los hombres, él nos salvó, no por obras de justicia que hubiésemos
hecho nosotros, sino según su misericordia, por medio del baño de regeneración
y de renovación del Espíritu Santo, que derramó sobre nosotros con largueza por
medio de Jesucristo nuestro Salvador, para que, justificados por su gracia,
fuésemos constituidos herederos, en esperanza, de vida eterna” Tt
3,4-7
v "Confía en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes
en tu propio entendimiento. Reconócelo en todos tus caminos, y El enderezará
tus sendas" ( Proverbios
3:5,6)
v “Ten confianza en Yahveh y obra el bien, vive en la tierra y crece en paz, ten tus
delicias en Yahveh, y te dará lo que
pida tu corazón. Pon tu suerte en Yahveh,
confía en él, que él obrará; hará brillar como la luz tu justicia, y tu derecho igual que el mediodía. Vive en
calma ante Yahveh, espera en él, no te
acalores contra el que prospera, contra
el hombre que urde intrigas”. Sal
37,3-7
Ø Humildad ante Dios para quitar las caretas
que tenemos ante los demás
v Somos
muy buenos en justiciarnos ante los demás, pero ¿seremos tan astutos con Dios
para que Él no se dé cuenta de nuestras faltas?
v "¿Podrá alguno esconderse en escondites de modo que yo
no lo vea?" Declara el Señor" (Jeremías
23:24).
v Dios
nos invita a despojarnos de esas caretas y rendir muestras caretas delante de
Él, ya que si no lo hacemos eso será un obstáculo muy grande para no recibir su
unción.
v "Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para
que Él os exalte a su debido tiempo, echando toda vuestra ansiedad sobre El,
porque Él tiene cuidado de vosotros" (I Pedro 5:6).
v Si
nosotros callamos nuestras caretas podremos consumirnos por dentro.
v "Mientras callé mi pecado, mi cuerpo se consumió con mi
gemir durante todo el día" (Salmo
32:3).
Todo esto Dios nos lo pide
para que el renueve nuestro camino, me gustó mucho el sinónimo de renovar que
es modernizar, no en base al mundo sino a que Dios siempre es nuevo, dinámico,
alegre, siempre nos sorprende porque en él cada día se renuevan todas las
cosas, como dice el libro de Lamentaciones en el capítulo 3 versículos21y23.
“Esto meditaré en mi corazón,
por ello esperaré:
Que el amor de Yahveh no se ha acabado,
ni se ha agotado su ternura;
cada mañana se renuevan:
¡grande es tu lealtad!”
REAFIRMAR EL
LLAMADO
El profeta Daniel, “el profeta amado por Dios” nos enseña como una firmeza en sus convicciones y
principios lo llevo a Reafirmar día a día su llamado, pudiéramos concretarlo en
estos tres puntos:
1) Daniel
colocó a Dios por encima de todo como el centro de su vida
2) Daniel
demostró tener fe probada y una total
confianza en el Señor
3) Daniel
demostró ser muy valiente e intrépido
v ¿Por
qué Daniel conocía tan bien a Dios?
v Porque
lo buscaba continuamente, porque tenía un trato diario con él:
v "(Daniel) entró en su casa, y abiertas las ventanas de
su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba
y daba gracias delante de su Dios…"
(Daniel 6:11).
v Daniel
buscaba tres veces por día a su Dios, y tres veces el Señor lo llamó "muy amado". (Daniel 10,10 y 19)
v Ninguno
de nosotros puede decir que conoce al Señor, si no tiene un trato continuo con
él. Si nuestra comunión con él sólo está "a media marcha", no nos
debe llamar la atención si en las pruebas diarias, en las tentaciones y en las
tormentas, no permanecemos firmes.
v Si
queremos permanecer firmes en estos últimos tiempos, antes de la venida del
Señor, debemos mantener una relación muy estrecha con nuestro Dios. “Porque el diablo anda como león rugiente” (1
Pedro 5:8),
v Es
necesario conocerlo a fondo. Debemos tener su imagen continuamente ante
nuestros ojos interiores, debemos concordar totalmente con su Palabra y
cumplirla. Sólo así permaneceremos "firmes y
constantes, creciendo en la obra del Señor siempre" sabiendo que nuestro
"trabajo en el Señor no es en vano" (1 Corintios 15:58).
v ¿No
fue ése también el secreto de Abraham, Moisés o David?
v Acerca
de Abraham la Escritura dice que: "fue llamado
amigo de Dios" (Santiago 2:23).
v De
Moisés se dice: "Y hablaba Yahvé a Moisés cara a cara,
como habla cualquiera a su compañero" (Éxodo 33:11).
v Y acerca de David leemos: "He
hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo
que yo quiero" (Hechos
13:22).
v Estos
tres hombres, tal como Daniel, mantenían un contacto muy íntimo con su Dios y,
por tal motivo, lo conocían bien. Con esto estaban armados para enfrentar las
tormentas de la vida, y no podían ser quitados del campo de batalla tan
fácilmente.
Como Daniel mantenía una
relación muy entrañable con Dios y lo conocía, permaneció firme bajo todas las
circunstancias. La vida cotidiana de Daniel se veía así:
1.
Daniel
permaneció firme porque colocaba a Dios por encima de todo.
a. Él
y sus amigos no se quisieron contaminar con la comida del rey de Babilonia
(Levítico 11). Por eso, Daniel le pidió a "Melsar, que estaba puesto por
el jefe de los eunucos" sobre Daniel y sus amigos, lo siguiente "te ruego que hagas la prueba con tus siervos por diez
días, y nos den legumbres a comer, y agua a beber. Compara luego nuestros
rostros con los rostros de los muchachos que comen de la ración de la comida
del rey, y haz después con tus siervos según veas" (Daniel 1:11-13). Él estaba completamente seguro que
el Señor le recompensaría, si asumía una postura intransigente para con Dios. Y
realmente leemos: "… al cabo de los diez días pareció el
rostro de ellos mejor y más robusto que el de los otros muchachos que comían de
la porción de la comida del rey" (versículo
15).
2.
Daniel
se mantuvo firme porque demostró tener mucha fe y una profunda confianza.
a. Después
que el rey Nabucodonosor había amenazado con matar a todos los sabios de
Babilonia por no conocer su sueño, dice que: "se
fue Daniel a su casa e hizo saber lo que había a Ananías, Misael y Azarías, sus
compañeros, para que pidiesen misericordias del Dios del cielo sobre este
misterio, a fin de que Daniel y sus compañeros no pereciesen con los otros
sabios de Babilonia" (Daniel 2:17-18).
b. En
el momento de desesperación Daniel no se arrancó los pelos, sino que lleno de
confianza se dirigió al Señor. ¿Y qué ocurrió? "Entonces
el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel
al Dios del cielo" (versículo
19).
3.
Daniel
se mantuvo firme porque demostró ser muy valiente e arriesgado
a. Después
de que el rey Belsasar pecara tremendamente contra el Dios de Israel, Daniel se
presentó ante él sin temor y le dijo: "Y tú, su hijo
Belsasar, no has humillado tu corazón… sino que contra el Señor del cielo te
has ensoberbecido… contó Dios tu reino, y le ha puesto fin… pesado has sido en
balanza, y fuiste hallado falto… tu reino ha sido roto" (Daniel
5:22-23.26-28). Como consecuencia de la intrépida aparición de Daniel, Belsasar
no le quitó la vida, sino que tuvo que capitular ante este poderoso testigo de
Dios: "Entonces mandó Belsasar vestir a Daniel
de púrpura, y poner en su cuello un collar de oro, y proclamar que él era el
tercer señor del reino" (versículo 29).
Es necesario que tú y yo
tengamos estas tres cualidades tan necesarias para el tiempo en que vivimos:
Colocamos a Dios por encima de todo, tenemos una fe sin compromisos, y valentía
e intrepidez. Volvamos a ponernos, con mayor conciencia que antes, del lado de
aquellos que conocen al Señor, su Dios, a través de un trato íntimo, pues éste
era el verdadero secreto de Daniel.
Él buscó la comunión con el
Señor tres veces al día, eso lo hizo interiormente firme, fuerte y fiel, en
cada situación que le tocaba vivir.